/Diferencia entre hablar y cantar

Diferencia entre hablar y cantar

Diferencia entre hablar y cantar

En primer lugar, vamos a ver cuál es la diferencia entre hablar y cantar. En los dos casos producimos sonidos por medio de la laringe, menos cuando cuchicheamos. Estos sonidos son notas musicales en ambos casos. Es decir que las ondas que los forman son regulares, y en los dos casos hay cambio de tono. Nadie habla sosteniendo siempre la misma nota, ni aun en las frases más cortas.

Unas veces alzamos la voz, otras la bajamos y esto es tan significativo que aun los niños que no entienden las palabras que estamos diciendo. Pueden enterarse de lo que decimos por el tono de las notas que pronunciamos. Hasta un perro o un caballo pueden entender del mismo modo nuestras voces.

Origen de la palabra “Monótono”

La palabra griega monos significa “uno” y por eso cuando se dice o se canta algo en la misma nota. Decimos que es una monotonía y de ahí tenemos la palabra monótono.

Una persona que hablase siempre en el mismo tono, es decir que su voz fuera monótona nos seria insoportable. También damos diferente fuerza a los sonidos cuando hablamos y además de la nota especial que estamos pronunciando. Usamos diversas clases de lo que comúnmente se llama color o matiz de la voz. A un niño le hablamos con un timbre más tierno que a un adulto.

Entonces ¿Es diferente el habla del canto?

Ahora bien, la razón por la cual ha sido necesario penetrar cuidadosamente en este asunto. Es que deseamos hallar la diferencia entre hablar y cantar. Y la primera cosa que nos encontramos es, que, en lo esencial, el cantor no hace más de lo que hace el que habla.

Emplea distintas notas, usa distinta fuerza y otros matices y podemos añadir que los dos se sirven de distinto ritmo y diferente velocidad.

Nadie dirá que hablar y cantar son la misma cosa. Pero preguntémonos que ocurre cuando una persona que esta hablando de la manera ordinaria, hable cadenciosamente o canta. Lo que sucede es que ahora produce notas a las cuales ha fijado intervalos regulares, como las notas de un piano.

Cuando hablamos no usamos los intervalos de tono musical y fijos, sino que subimos y bajamos la voz sin tener en cuenta tales intervalos. Pero el acto en sí es muy similar.